Discurso del Excmo. Sr. D. Antonio Salas Ortiz, Académico de Número Fundador y Primer Director
Excelentísimo Señor Presidente
Excelentísimos e I1ustrísimos Señores Señoras
y Señores:
Sean mis primeras palabras de cordial salutación y sincero agradecimiento
a todos ustedes por acompañarnos, hoy, en ésta nuestra primera
sesión pública en la que la Academia se presenta ante la
sociedad de la región murciana, para expresar , solemnemente, su
firme propósito de aportar esfuerzo, entusiasmo, dedicación
y los saberes que todos y cada uno de sus componentes, actuales y futuros,
puedan poner a contribución del estudio, crítica, cultivo
e investigación de las bellas artes en general, y, particularmente
de la pintura, escultura, arquitectura, música y artes de la imagen,
así como, también, nuestra extensión al maravilloso
mundo de la literatura y, principalmente, de la poesía, procurando
estimular la curiosidad del mayor número de personas y entidades,
por las que son manifestaciones artísticas genuinas. Tarea que
si siempre es necesaria para el desarrollo cultural de un pueblo, hoy
lo es en grado sumo si tenemos en cuenta la necesidad de contrarrestar,
de alguna manera, la enorme presión que soporta la sociedad por
causa de algunos medios de comunicación -principalmente de la televisión-
quienes nos anegan con unos contenidos en los que prima el mas gusto y
lo antiartístico, cuando no la más soez procacidad.
La academia se propone también alentar el ejercicio y, sobre todo,
la admiración de la obra artística por medio de la difusión,
utilizando todos los cauces a nuestro alcance, de las manifestaciones
de esta índole, manifestaciones que en nuestra querida Región,
por fortuna, se dan con la generosidad de la luz, su variada y rica morfología,
la purísima polifonía del canto de nuestros pájaros
y los ecos de melodías, más soñadas que sentidas,
que vientos acariciantes y aguas, en casi callado y arpegiado susurro
nos producen.
Permítanme, en este acto, subrayar nuestro agradecimiento, en primer
lugar al Señor Presidente de la Comunidad, no sólo por el
alto honor que hoy nos hace presidiendo la Academia en esta histórica
sesión, sino porque, desde un principio mostró claramente
su entusiasmo por la idea de que la región murciana contara con
una institución que, como ésta, dedicara su atención,
de manera exclusiva a las bellas artes. Y así, nada más
conocerla su Consejo de Gobierno, en sesión celebrada el día
28 de enero de 1999 acuerda "manifestar su máximo apoyo institucional
para que se lleve efectivamente a cabo el proyecto de creación
de la Academia de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca".
Proyecto que se convierte en venturosa realidad por el Decreto aprobado
en Consejo de Gobierno, el día 21 de octubre del pasado año,
que aprueba esta Academia. Si a ésto, que directamente nos afecta,
unimos la coincidencia de que la Facultad de Bellas Artes de nuestra Universidad
es prácticamente un hecho, habré de concluir reconociendo
y aplaudiendo en el Gobierno de nuestra Comunidad Autónoma, una
sensibilidad artística que resulta novedosa respecto a otras épocas
anteriores.
Nuestro agradecimiento se extiende a la Secretaría de Estado de
Universidades e Investigación y al Instituto de España,
cuyo Secretario General nos honra con su presencia , por las constantes
e importantes ayudas recibidas. También al señor Director
de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando por el realce que
ambos prestan a este acto, ya que queremos ver en su asistencia la generosa
protección y consejo que podemos esperar en tan altas instituciones.Junto
a ellos habrían de hallarse el director y el secretario de la Real
Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, pero dificultades
meteorológicas, insalvables, lo han impedido.
Cierro este capítulo de agradecimientos, que tanto nos satisface
proclamar , con el saludo fraternal a las Reales Academias murcianas,
de cuya experiencia siempre querremos aprender y las que tienen, desde
ya, nuestro incondicional deseo de colaboración en cuanto sea necesario;
y de manera especial a mis jóvenes compañeros del Cuarteto
Almus, quienes en este acto nos darán la ocasión de admirar
de nuevo sus calidades artísticas, reconocidas ya en prácticamente
toda Europa.
En este corto periodo de vida, la Academia ya ha procurado ampliar el
número de sus miembros, y al nombramiento en el pasado mes de mayo
de Don Pascual Martínez Ortiz, como Académico Correspondiente,
se une la elección celebrada el pasado día dos, de cinco
nuevos Académicos de Número:
El pintor Don Pedro Cano Hernández
El músico Don Manuel Díaz Cano
El arqueólogo Don Ángel Iniesta Sanmartín
El historiador de arte Don Martín Páez Burruezo, y
El catedrático de Historia del Arte Don Germán Ramallo Asensio
quienes tomarán posesión próximamente, de acuerdo
con las , previsiones estatutarias.
También la nómina de Académicos Correspondientes
ha aumentado con la elección de:
Los músicos Don Jose Andrés García Seco, Don Francisco
Grau Vegara y Don Álvaro Zaldívar Gracia; Los escultores
Don José Hemández Cano y Don José Hemández
Navarro, y la pintora Doña María Encarnación Robles
Oñate.
El conjunto académico se va ampliando con personas de reconocido
prestigio, pero la Academia se planteó la necesidad de que la naciente
Institución situara, desde sus comienzos, como imaginario frontispicio,
a seis figuras murcianas preeminentes que, con su brillante ejecutoria,
nos estimularan en el comienzo de nuestras singladuras. y acaban de ser
recibidos con la debida solemnidad nuestros primeros Académicos
de Honor, con la excepción, como acabamos de escuchar, de los Señores
Gaya y Egea. De todos ellos sería tarea vana mencionar méritos
para ser elegidos, dada la notoriedad de sus personalidades. Bastará,
creo, con decir que Jaime Campmany y Carlos Egea están en posesión
de la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio, aval inequívoco de su categoría
en el ámbito cultural. Que Ramón Gaya, José Antonio
Molina Sánchez y Sofía Morales Sandoval, tienen colgados
sus cuadros en las más importantes pinacotecas del mundo. y que
Gonzalo Sobejano, poeta que en su juventud ya ganó el Premio Polo
de Medina, se encuentra, desde hace muchos años enseñando
literatura española en las más importantes universidades
norteamericanas.
La Academia pretende iniciar sus actividades de inmediato, y en este sentido
podemos avanzar la organización de una exposición sobre
montaje de textos del gran dramaturgo Antonio Buero Vallejo, de la que
se encarga el Académico de Número, Profesor De Paco. Un
curso sobre el sugerente tema: "El siglo XVIII español, nuevo
Siglo de Oro", que dirigirá el Profesor Belda Navarro, también
Académico de Número, y la reedición de una Colección
de cantos populares de Murcia, de José Verdú, obra editada
en 1.906 con escaso número de ejemplares y que es, sin duda, una
importante aportación al conocimiento de nuestro acervo musical
folklórico.
También queremos promover la audición en Murcia de la suite
" A mi tierra" ( o lo que es igual: " A Murcia"),
del músico más importante en toda la historia de la Región:
Don Bartolomé Pérez Casas, miembro de Número que
fue de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y obra que premió,
precisamente, esta Institución en el año 1.905
Por último, tenemos en estudio la organización de actos
en homenaje a la memoria del pintor Antonio Medina , Bardón y el
músico Manuel Massotti Littel; dos artistas murcianos recientemente
desaparecidos y merece dores del recuerdo de esta Academia. Debo terminar,
y quiero hacerlo recordando con emoción a aquel eminente escultor
y genial imaginero que fue Juan González Moreno. Él acudió
ilusionado a todas las reuniones que celebramos allá por el año
85, tratando de conseguir lo que ya es espléndida realidad. Hoy
se encontraría ocupando un sillón de Académico entre
nosotros, y este acto sería para él motivo de íntima
satisfacción; pero, a lo mejor, Juan estará tallando con
gubias celestiales algún ángel-niño a quien, seguramente,
encargará que, bajo la atenta y maternal mirada de la Santísima
Virgen de la Arrixaca, guíe a esta jovencísima Academia
por los mejores camimos.
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